Andar en tren...

Por fin logré pasaje a Temuco, tenía entre ceja y ceja viajar en tren para conocer los nuevos carros de EFE (aunque por 10 mil pesos más me hubiera ido en avión). Llegue a la estación Central como media hora antes de partir. Camino en busca de mi carro por el anden… camino….camino….camino (y mi maleta esta coja le falta una rueda así que era un poco más pesada) hasta que por fin doy con mi carro era uno de los primeros, en fin. En la puerta del coche preferencial que me toco hay un señor muy compuesto revisando los boletos de los pasajeros, al subir me dice que cuide los aparatos electrónicos, celular y cosas de valor pues se pueden perder…ops! de entrada ya me asustan y eso que compre uno de los pasajes más caros (si porque ahora solo hay salones). Al subir al coche el señor toma mi maleta y la va a colocar a la entrada del carro… No! Gracias- después de las referencias dadas prefiero donde mis ojos la vean, sobre mi cabeza.Camino por el pasillo y es verdad se veía mejor el carro mas espacio y con una de las corridas con un solo asiento-Que bien!- me toco uno individual, pero con una mesa al frente y un señor del otro lado…mmmm…. La mitad del coche mira hacia delante y la otra hacia atrás (según los señores de EFE es por seguridad, en caso de accidente se mueren solo el 50%). No me esta gustando mucho esta cosa no era como me venia imaginado.
Al rato de partir el tren pasa el mismo señor de la subida cortando los pasajes y en tono militar anuncia que hasta las 12 hay luz después todos a dormir… será no más…
En todo caso antes de esa hora ya estaba durmiendo sin antes dar un par de vueltas en el asiento (que no eran tan reclinable como dijeron) y de hacerle el quite a las piernas del señor del frente.
A las 6 despierto, ya estábamos entrando a Victoria y comenzaba a amanecer se veía la bruma entre los árboles y algunas luces prendidas en las casas de campo. Mi boca ya saboreaba un pan amansado con mantequilla de campo…pero no, aun estaba en el tren y no iba a gastar 800 peso en una taza de té ni 2 mil en un pan de miga, así que tome mis cosas y me fui al baño a los quehaceres matutinos, pero no podía pasar había una mampara que me lo impedía y no veo manilla alguna… pensé rápido, me devolví al asiento sin dejar de mirar a alguien que la abriera… era simple un sensor al costado y listo… será!... Agradables los baños muy limpios y ordenados ni cerca de los que habían hace uno par de años… ¡¡¡Y no se ve la línea del tren!!!
A las 7 en punto llegamos a Temuco con ese olor a leña y a suelo mojado…
Más de siete años que no pisaba estas tierras.